En el Corazón de la crisis planetaria

Otra de las estudiantes del Curso Cultura y Ambiente, Angela Andrea Velandia, hace un acercamiento a oriente y sus reflexiones retomando textos del "Viejo Maestro"Lao Tse
EL VERBO HECHO CARNE
El artículo “En el corazón de la crisis planetaria”, forma parte del libro “La violencia del mundo” que reúne el pensamiento Jeann Baudrillard y Edgar Morin sobre la globalización y los acontecimientos desatados desde el 11 de septiembre de 2001, publicado en 2004, en la que propone una simbiosis entre el Este y el Oeste, el Norte y el Sur para poder salvar el pensamiento y enfrentar “los enormes peligros de hoy.” Efectivamente, los principios de Morin son novedosos y tienen gran aceptación en el medio académico y científico del occidente, siendo a mi juicio, su mayor logro, el traducir a la forma de pensar occidental, los principios espirituales del oriente, estudiados y vividos desde quizá antes del año 600 a C. Siendo esta situación una confirmación de su teoría al decir que “Toda nueva evolución supone una transformación, y toda transformación supone una involución, es decir, una vuelta a las fuerzas creadoras.”
Me permito transcribir algunos apartes del Tao Te King, que es el libro más importante del pensamiento Taoísta, su autor es Lao Tse, "Viejo Maestro", de quien se dice fuera un archivista de la Corte Imperial durante la dinastía Zhou. Puede traducirse como "El libro del Camino y de su Virtud". El Tao Te King describe una fuerza, llamada el Tao, que es el orden del mundo. Es una fuerza de contradicción, y representa todas las cosas del universo. Fundamentalmente está dirigido en dos sentidos. Uno es la transmisión de la idea de Tao y de la manera de obrar del "hombre santo" o "sabio" que la llega a conocer. Por otra parte el Tao Te King aconseja a los gobernantes para regir de forma sabia.
“Al conocer lo bello como bello
todos conocen la fealdad en el mundo.
Todos saben que el bien es el bien
y entonces conocen el mal.
Así es como:
Ser y no-ser se engendran uno a otro.
Lo difícil y lo fácil mutuamente se integran.
Ancho y angosto se forjan uno a otro.”

“Este lugar se aclara quedándose quieto.
¿Quién puede mantener su calma por mucho tiempo?
Actuando, la paz vuelve a la vida.”

“Lo que es grande hace de lo humilde su raíz.
Lo que está en alto se basa en lo que está abajo.
Esta es la razón por la cual príncipes
y reyes se califican a sí mismos,
pequeños, desamparados e inútiles.
¿No será porque quizás reconocen
la humildad de su raíz?
Es por eso que un carro es más
que la suma de sus piezas.
Por lo tanto, el jade siendo jade,
nunca deja de ser piedra.”

Nos dice Morin que la crisis actual es una crisis planetaria, y que al introducir la palabra planetaria nos indica que estamos ante el problema más difícil de tratar, en la medida que es complejo. Para este caso Lao-tse responde: “Lo difícil y lo fácil mutuamente se integran.”

Morin recuerda que con el humanismo de las luces se desarrolló la idea según la cual todos los hombres son iguales en derecho, pero en la actualidad, todos los desarrollos políticos y económicos de esa idea, han devenido en una realidad que manifiesta una situación de desigualdad profunda en la que se hallan los desposeídos. La teoría del progreso, del avance, posteriormente llamada del desarrollo, no muestra los resultados esperados; se ha perdido la fe en el porvenir. Muchas religiones occidentales aún invitan a esperar la paz y el bienestar en un futuro indefinido mediante las doctrinas mesiánicas, llevando a sus creyentes a tomar mano del pasado, con el integrismo, fundamentalismo y nacionalismo.

Para Morin la planetarización, es la última etapa de un proceso que comenzó con la conquista de las Américas y el desarrollo de las navegaciones alrededor del mundo. Considera que lo sucede a partir de 1990, llamado globalización, es la unificación del planeta a partir de aspectos técnicos y económicos. Esta unificación implica las normas y los estándares del mundo occidental. Siendo coherente con sus principios manifiesta, que la reacción del proceso de unificación, generó un mecanismo contrario, que se manifiesta por el surgimiento de oposición frente a esta unidad, con el fin salvaguardar la identidad cultural, nacional o religiosa. Aplicando el principio de recursividad, esta tendencia de las naciones, debe enriquecer las culturas, y a la vez fortalece la globalización, pues permite un reconocimiento e identificación de “otras” culturas a nivel planetario. Lo que implica, no sólo ver las diferencias, sino también las similitudes. Por esto afirma, que si bien toda sociedad tiene una cultura que le es propia, se asiste a la emergencia de una cultura que se expande por todo el mundo.

Manifiesta Morin que la elección política de las sociedades, el Estado Nacional se volvió una fórmula instituída, hecho que no aplica a Colombia, quien desde 1990 se ha declarado como un Estado Social de Derecho, como una forma de organización estatal encaminada a realizar la justicia social y la dignidad humana mediante la sujeción de las autoridades públicas a los principios, derechos y deberes sociales de orden constitucional. En esa medida, el presupuesto central sobre el cual se construye este tipo de organización política es el de una íntima e inescindible interrelación entre el Estado y la sociedad, la cual se visualiza ya no como un ente compuesto de sujetos libres e iguales en abstracto, sino como un conglomerado de personas y grupos en condiciones de desigualdad real. El papel del Estado Social de Derecho consiste, así, en crear los supuestos sociales de la misma libertad para todos, esto es, de suprimir la desigualdad social, con el término ‘social’ se señala que la acción del Estado debe dirigirse a garantizarle a los asociados condiciones de vida dignas. Es decir, con este concepto se resalta que la voluntad del Constituyente en torno al Estado no se reduce a exigir de éste que no interfiera o recorte las libertades de las personas, sino que también exige que el mismo se ponga en movimiento para contrarrestar las desigualdades sociales existentes y para ofrecerle a todos las oportunidades necesarias para desarrollar sus aptitudes y para superar los apremios materiales. El Estado Colombiano como nación en términos políticos, también reconoce la desigualdad de las llamadas minorías, como los afrodescendientes y las comunidades indígenas, ampliando el término a nación-política-pluricultural, que no corresponde a la definición del estado nación, de la que habla Morin.

Morin muestra que el temor que generó el 9/11, surge del desarrollo técnico-económico, que produce igualmente subdesarrollos morales y psicológicos ligados a la hipertrofia individualista, ya que si bien los progresos científicos técnicos médicos y sociales son admirables, no por eso debemos subestimar el temible poder destructor y manipulador de la ciencia y de la técnica, y encuentra aquí una señal de que no hay que continuar por esta ruta, que se requiere ajustar el rumbo.

Entonces… ¿Cómo hacer para cambiar? Dice que la sociedad no encontró respuesta en la moral, ni en el exterminio, y propone como una de las soluciones, permitir la emergencia de una sociedad-mundo o bien acrecentar el poder de las naciones unidas. Reitera que es muy difícil pedirle a un estado nacional o a una asamblea de Estados nacionales que puedan privarse voluntariamente de su poder absoluto y transferirlo a una autoridad que sería superior a ellos. Para este caso Lao-tse nuevamente responde: “Lo difícil y lo fácil mutuamente se integran.”

Entonces por primera vez, la agenda internacional del desarrollo pone una fecha para la consecución de acuerdos concretos y medibles, así los 192 países miembros de las Naciones Unidas acordaron conseguir para el año 2015, los Objetivos de Desarrollo del Milenio:

• Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
• Lograr la enseñanza primaria universal.
• Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.
• Reducir la mortalidad infantil.
• Mejorar la salud materna
• Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
• Garantizar el sustento del medio ambiente.
• Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

No obstante, con anterioridad y como reacción a los trágicos hechos de la Primera Guerra Mundial y Segunda Guerra Mundial, surgió la Corte Penal Internacional en 1998. Cuando se intentó juzgar al Káiser Guillermo II de Alemania por el crimen de agresión, nunca se llegó a un acuerdo. Posteriormente se establecieron los tribunales internacionales establecidos en Núremberg y Tokio para juzgar a los criminales de guerra de Alemania y Japón por los delitos cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. Pese a que representaron un avance, su temporalidad y conformación con posterioridad a los hechos constituyen una debilidad, por esta razón, se exploró la posibilidad de establecer una corte permanente de justicia en materia criminal. Sin embargo, la idea no prosperó hasta los tristes acontecimientos del genocidio yugoslavo (1991-1995) y ruandés (1994). Finalmente, se celebró en la ciudad de Roma una Conferencia Diplomática de plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una Corte Penal Internacional, en cuya acta final, suscrita el día 17 de julio de 1998, se estableció la Corte Penal Internacional. Que se constituye como el primer organismo judicial internacional de carácter permanente encargado de perseguir y condenar por crímenes de genocidio, de guerra y de lesa humanidad. Tiene personalidad jurídica internacional, y no forma parte de las Naciones Unidas, aunque se relaciona con ella en los términos que señala el Estatuto de Roma, su norma fundacional.

Efectivamente, como menciona Morin, fueron los miembros voluntarios de Amnistía Internacional, quienes realizaron estrategias y actuaron como cuerpo con otras ONG´s nacionales e internacionales, para lograr el Estatuto de Roma. Así que la propuesta de favorecer el surgimiento de una sociedad-mundo, o bien acrecentar el poder de las Naciones Unidas, no se puede reconocer como una solución planteada por Morin, sino que para 2001, es la simple descripción de la realidad, o tal vez lo que la tradición cristiana relata como el misterio del verbo hecho carne.

Se podría considerar que la especie humana ya ha creado su meta-sistema, que se sigue adaptando en un continuo movimiento, a consecuencia de múltiples causas y múltiples efectos. Son pertinentes las palabras esperanzadoras de Morin: lo improbable puede a menudo suceder en la historia. O como nos lo dice la publicidad “impossible is nothing”.

Me llamó la atención en el texto una palabra desconocida; aporía, definida por la Real Academia Española como: Enunciado que expresa o que contiene una inviabilidad de orden racional.